diumenge, 28 d’abril del 2013

Viviendo en un Goshiwon (고시원)

Puerta de mi habitación
Cuando vine a Seúl solo tenía reservada una semana de albergue y tenía que buscar algo para más tiempo. Esperaba encontrar una habitación en un piso compartido, pero resulta que esto no se estila mucho aquí y lo que encontraba no era demasiado de mi agrado en cuanto a relación calidad/precio, con la limitación añadida de que sólo podía buscar en páginas web en inglés. Quizás con tiempo hubiese salido algo decente pero como tenía relativa prisa al final tendría que, o prolongar mi estancia en el albergue (tampoco me hubiese disgustado pese a la falta de intimidad pues era acogedor y social) o coger lo que menos me disgustase.

Entonces se puso en contacto conmigo Hoya (amiga de Hyosun que conocí en Barcelona) y me dijo que una amiga suya de Seúl que hablaba inglés me ayudaría a buscar un sitio para dormir (muchas gracias Hoya! :*). Cuando quedé con esta chica, Hyang Ki, me comentó que creía que lo mejor para mí era un goshiwon en la zona de Wangsimni (pues es céntrica, bien comunicada y tiene de todo) y había hecho una lista con los goshiwones de la zona que tenían un precio decente para ir a visitarlos.


Pasillo donde está mi habitación
Un goshiwon es una especie de hotel con habitaciones individuales con el mínimo espacio cada una. Normalmente viven estudiantes que preparan sus exámenes de acceso a la universidad, pero también hay gente de mediana edad divorciada o en paro. Mis amigas coreanas de Barcelona me habían dicho que no se me ocurriera meterme en uno, porque pueden llegar a ser claustrofóbicos pero como a Hyang Ki la vi tan convencida y yo me adapto a lo que sea no tuve problema.

Estuvimos toda la tarde visitando goshiwones y la verdad es que algunos eran zulos indecentes, deprimentes y oscuros,  y creía que me tendría que quedar en alguno que no me gustara demasiado. Pero el último que vimos, pese a que las zonas comunes (cocina y lavabos/duchas) no estaban demasiado bien en cuanto a aspecto y limpieza (por suerte, yo muy escrupuloso no soy) las habitaciones eran bastante decentes en cuanto a espacio, pues eran más cuadradas en lugar de tener forma rectangular estrecha que tenían muchos y el precio estaba por debajo de la media. Así que aquí me quedé. Además Hyang Ki estuvo muchísimo rato regateando con el dueño y negociando las condiciones y tuvo mucha paciencia conmigo. Muchísimas gracias Hyang Ki por la inestimable ayuda pese a no conocerme, eres un encanto.


El interior de mi habitación
En el goshiwon ofrecen gratis arroz, kimchi, noodles instantáneos y varias especies y condimentos para cocinar. La lavadora es gratis también. En la habitación hay televisión, nevera y internet por cable (baja a 4Mb, para mí es muchísimo!), a parte de wifi. Cómo cosas negativas, a parte lo dicho de que la limpieza y los acabados del lavabo y la cocina son justitos (el dueño es simpático pero un chapuzas, a veces me entran ganas de arreglar yo las cosas), diría que la gente aquí van como robots, ni te miran ni saludan y a veces me parece brusco. Por lo visto es lo normal y ya me estoy acostumbrando, aunque algunas persona ya me saludan por insistencia mía, jijijiji.

Panorámica de la cocina
En la cocina se puede observar al lado del microondas dos electrodomésticos que son los cocedores de arroz y siempre tiene uno u otro arroz dentro para que podamos coger. En el lado izquierdo de la foto se ve el dispensador de agua potable fría y caliente, y debajo se encuentra la nevera para kimchi y preparados varios de platos de acompañamiento. Estos elementos suelen estar en casi todas las cocinas coreanas.

Hasta el momento la verdad es que me siento bastante cómodo. Es mi zulillo!

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