dimecres, 24 d’abril del 2013

Siendo el guiri


외국인 (wegugin): literalmente extranjero.

¡Quiero una!
Así llaman los coreanos a la gente de fuera. La primera vez que oí este término fue en Busan, mientras visitaba el templo Haedong Yonggungsa (해동 용궁사). Me lo comentó mi amiga Minjung porque mientras estábamos visitando el templo lo escuchó más de una vez en referencia a mí y le hacía gracia. A partir de saber que significaba lo escuché más de una vez. No sabía si era en plan despectivo (como decir: 'Mira el guiri este'), pero por lo visto lo comentan cómo en plan gracioso o curioso.

A Minjung la conocí el verano pasado en el Camino de Santiago. Estando allí me comentó que era curioso que hablaba con todo el mundo, incluso simplemente comprando o en un restaurante empezaba a mantener conversaciones con los vendedores, camareros o quién fuera. Pues vi que ella hacía lo mismo aquí en Corea y al comentárselo me dijo que la gente, al ir conmigo, le preguntaba cosas como si sabía comer con palillos, si soportaba el picante, si era su novio, como me había conocido, si me gustaba la comida coreana,...

En Seúl uno pasa más desapercibido, pues el número de extranjeros es mayor y están más acostumbrados, pero en Busan sí que observé que la gente me miraba algo más al no haber tantos, creo yo. Igualmente, creía que habría más extranjeros en Seúl, pues a mi amiga Hyosun (también la conocí en el Camino de Santiago y al vivir en Barcelona he entablado una gran amistad con ella) le había preguntado si había muchos extranjeros en Corea y al decirme que sí me hice la idea que sería como en Barcelona, donde vas en el metro y un 30-40% de la gente es foránea, y tantos no hay ni de lejos, pero vas viendo.

Pulpo vivo enrollado preparado para ser degustado.
Aunque hoy, por ejemplo, al entrar a un restaurante donde sólo había dos personas a parte del servicio (es lo que tiene ir a los restaurantes a cenar a hora mediterránea en lugar de ir a hora coreana) se me han quedado mirando y me han empezado a decir cosas. Como no los entendía uno me ha preguntado en inglés que de donde era, si me gustaba la comida coreana y si aguantaba el picante. Esto ha sido más que nada creo yo porque en el barrio donde estoy viviendo, Wangsimni, los wegugins brillan por su ausencia y supongo que les ha hecho gracia.

Por cierto, estos dos hombres que estaban en el restaurante estaban comiendo pulpos vivos de estos que enrollan en los palillos y padentro y a mí, que siempre que voy a este sitio me ponen lo que quieren porque saben que hablar conmigo no pueden, me han puesto una sopa espesa de pescado incluyendo huevas y diferentes tipos de órganos internos de pescado que no he sabido identificar pero estaban muy buenos.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada